jueves, 3 de noviembre de 2011

Surfcasting y viento


Si tenemos previsto salir de pesca y comprobamos que ha saltado un viento demasiado fuerte, tenemos tres opciones, bien dejarlo para otro día si sabemos que con ese viento entra mal la pesca, salir e intentar pescar sea como sea con las cañas de surfcasting, o tomar una opción que parece que a menudo suele ser más eficaz: podríamos cambiar la caña de surfcasting por la de spining y realizar una especie de surfcasting ligero por toda la orilla, aprovechando las primeras horas de la mañana o las ultimas de la tarde, que es cuando el viento suele estar más calmado. De esta forma combatiremos menos con el viento, probaremos a lo largo de la playa con lo que podemos sacar más pescados que si permanecemos siempre en un mismo puesto, y comprobaremos donde se mueve mejor el pescado en esas condiciones, lo cual lo tendremos en cuenta para próximas ocasiones similares. Emplearemos unos aparejos ligeros con dos anzuelos de modo que uno quede bajo el plomo y el otro en derivación del mismo. Emplearemos un plomo entre 30 y 50 gramos aprox. y llevaremos dos tipos de sebos diferentes en el mismo aparejo. Juguemos con las corrientes y el viento probando sobre diferente sitios hasta encontrar donde entre la pesca.

Pesca de la Herrera:



Trataremos de buscar ejemplares de buena talla desechando asi las que midan menos de una cuarta; por la tarde hay que buscar las herreras lo más léjos posible, lanzando lo más léjos posible empleando sedales finos (0,18 aprox).
Colocaremos aparejos de dos anzuelos cebados con gusanas de playa entera. Lanzaremos a esa distancia hasta entrada la noche siendo ese un buen momento.En esos momento probaremos distancias larga y distancias medias en un entorno de ochenta-cien metros debido a que en esos momentos las herreras y besuguitos comenzaran a acercarse a la playa.
si vemos que nos pica la caña lanzada mas lejos y despues las mas cercanas respectivamente,nos dedicaremos a realizar lances mas cercanos donde pueden picar ejemplares de hasta el medio kilo que posíblemente entren hasta la misma orilla ya etrada la media noche. algunas veces lanzamos a distancias medias y se suelen coger tallas mas pequeñas de ahi ir probando distancias diferentes.





SPINNING EN EL DELTA DEL LLOBREGAT

EL DELTA DEL LLOBREGAT.

A nivel pesquero, puede que este lugar resulte menos conocido que el famoso y, a mi parecer, actualmente sobrevalorado Delta del Ebro; sin embargo, nada tiene que envidiarle, pues aun siendo más reducido su tamaño, en sus aguas se acumula una ingente y variada presencia piscícola, resultando un enclave que se muestra muy generoso con los pescadores que conocen bien sus secretos. Para los que pescamos habitualmente la fachada litoral barcelonesa, área muy poblada y por ende muy explotada, su visita resulta una opción casi obligatoria si lo que pretendemos es asegurarnos una exitosa jornada de pesca.

EL DELTA DEL LLOBREGAT. Es una llanura aluvial formada por la desembocadura del río Llobregat. Se encuentra en la provincia de Barcelona, entre el macizo del Garraf, Montjuïc, la sierra de Collserola y la sierra del Ordal, distribuyéndose en dos comarcas: el Baix Llobregat y el Barcelonés. El río, en su llegada al mar, ha formado este delta con forma redondeada de 98 km² y unos 23 km de línea costera; como ya hemos comentado, el segundo más extenso de Cataluña tras el Delta del Ebro y considerado de importancia internacional por la UE. Está en un área densamente poblada, con más de 575.000 habitantes distribuidos entre las siguientes ciudades: El Prat de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Viladecans, Gavà, Castelldefels, Cornellà de Llobregat, L’Hospitalet de Llobregat y parte de Barcelona.

Su formación es relativamente reciente, apareciendo en época romana y creciendo de manera gradual hasta el siglo XIX, momento en que alcanza su tamaño actual. Alberga algunas lagunas litorales que se han creado por el aporte de sedimentos marinos y fluviales, que ha ido taponando las antiguas bahías existentes en el litoral durante el transcurso de los siglos. En este enclave podemos encontrar diversos hábitats: extensas playas vírgenes (llanas y arenosas), pinares costeros, cultivos hortofrutícolas, eriales, zonas urbanizadas y humedales (concentrados en las áreas más cercanas a la costa).

A pesar de ser un espacio profundamente transformado por la acción humana (ya que solo se conserva una pequeña parte de los antiguos espacios naturales, solapándose actualmente con cultivos, zonas urbanas, industriales y de servicios, red viaria y ferroviaria, e infraestructuras como el puerto y el aeropuerto), aún encontramos valiosos espacios naturales ubicados en la margen derecha del río, siendo los más destacados las lagunas litorales de Cal Tet y Ca l’Arana, la laguna de la Ricarda, el pinar de Cal Camins, la laguna de la Roberta, las lagunas litorales del Remolar-Filipines, la playa del Prat, las lagunas de Can Dimoni y la laguna de la Murtra. En estos espacios se han citado hasta 350 especies de aves, resultando una importante área de nidificación y una de las rutas más importantes para las aves migratorias en Europa (ruta migratoria del Mediterráneo occidental). Es por esto que el Consejo de la Comunidad Europea lo ha declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), con más de 900 hectáreas que están protegidas como Red Natura 2000, y de estas, cerca de 500 hectáreas son Reserva Natural Parcial.

El río presenta actualmente una calidad aceptable y es una de las fuentes de suministro de agua potable para el área metropolitana de Barcelona. Situación que contrasta con su estado unos años atrás, pues, antes de la instalación de depuradoras, fue uno de los ríos más contaminados de Europa, encontrándose su tramo final prácticamente muerto, no existiendo en sus aguas vida acuática alguna. Actualmente y gracias a la entrada en funcionamiento de la depuradora del Baix Llobregat, el río ha recuperado la calidad de sus aguas y también gran parte de sus comunidades biológicas originales. Es conocido que antaño, antes de la existencia de los grandes núcleos urbanos que lo rodean, era un río extremadamente rico en vida.

ESPECIES PRESENTES. El río, incluso después de la depuración de sus aguas, sigue aportando materia orgánica y nutrientes al mar, al igual que los diversos canales de desagüe de las lagunas, lo que propicia que en esa zona prolifere el plancton, base de la cadena trófica y alimento directo de los peces pasto. La gran cantidad de alimento y la diversidad de ambientes existentes permiten que en este lugar se den cita numerosos predadores de muy diversas especies, tanto costeros como pelágicos. Los más habituales son:
• Lubina (Dicentrarchus labrax): Muy abundante y con ejemplares de gran tamaño, aunque no por eso resulte fácil su captura. La desembocadura y las playas aledañas poco alteradas, donde desembocan numerosos canales de desagüe, son un territorio de caza ideal para este predador, que las frecuenta especialmente durante la noche. Numerosos pescadores coinciden en afirmar que, durante las horas diurnas, el grueso de la población de lubinas de este enclave se refugia en el cercano puerto de Barcelona, lugar que abandonan al final de la tarde desplazándose en grandes bancos en dirección a las playas del Prat de Llobregat. Se capturan durante el alba y el ocaso con pequeños jigs, paseantes y minnows de medias aguas.
• Anjova (Pomatomus saltatrix): Muy abundante, aunque con un peso y un tamaño medios algo más pequeños que en el Delta del Ebro. Se encuentra presente desde la primavera hasta finales de otoño, resultando más asequible su captura a primera y última hora del día. En momentos puntuales se dan cita en este lugar grandes cardúmenes con cientos de ejemplares. Prefieren los señuelos de superficie de buen tamaño, manejados bruscamente, y los grandes minnows.
• Palometón (Lichia amia): No resulta muy abundante ni presenta grandes tamaños en esta zona del litoral. Los señuelos empleados para la anjova son perfectamente válidos para esta especie, a los que añadiría los eficaces bucktail jigs, empleados a bruscos tirones, mortales con los pequeños y medianos ejemplares de palometón.
• Espetón (Sphyraena sphyraena): En estas turbias aguas encontramos grandes bancos de espetones de pequeño y mediano tamaño prácticamente durante todo el año, preferentemente durante el ocaso. No es una especie muy selectiva, por lo que casi cualquier señuelo puede depararnos capturas, especialmente pequeños jigs y minnows de discreto tamaño.
• Aguja (Belone belone): Durante el invierno encontraremos escasos ejemplares pero de buen tamaño. En otoño resulta muy abundante desplazándose en grandes cardúmenes con ejemplares de pequeño y mediano tamaño que son acosados por todo tipo de predadores. Muy eficaz para su captura el empleo de pequeños jigs, anguilones y metralletas de plumas.
• Oblada (Oblada melanura): Se desplaza en grandes cardúmenes en las inmediaciones de los espigones y muros de bloques. Prefiere las aguas algo más claras, por lo que su presencia es ocasional. Emplearemos los mismos señuelos que hemos mencionado para la aguja.
• Peces de roca: En las inmediaciones de los muros de bloques que flanquean el río es posible, empleando pequeños jigs a fondo, la captura de algunos predadores del roquedo, normalmente de discreto tamaño por tratarse de ejemplares juveniles. Como especies más habituales encontramos el serrano (Serranus cabrilla), el dentón (Dentex dentex), el cabracho (Scorpaena scrofa) y la escórpora (Scorpaena porcus).
• Jurel (Trachurus trachurus) y jurela (Trachurus mediterraneus): Extremadamente abundantes durante todo el año, se dan cita en este lugar cardúmenes de miles de ejemplares. Muy fáciles de localizar por las abundantes pajareras que se forman en este enclave, especialmente en época veraniega. Muy asequibles con pequeños jigs y metralletas de plumas.
• Caballa (Scomber scombrus) y estornino (Scomber japonicus): Desde primavera hasta finales de otoño, en las inmediaciones de la desembocadura, se producen acercamientos esporádicos de grandes cardúmenes de caballas y estorninos, muchas veces en compañía de jureles y bonitos. Si tenemos la fortuna de coincidir durante una de estas entradas de pescado podemos llegar a realizar excelentes y numerosas capturas. Emplearemos los mismos señuelos que hemos mencionado para el jurel.
• Palometa blanca (Trachynotus ovatus): No resulta tan numerosa como en otras localizaciones de la costa catalana, aunque tampoco es una especie rara. Si damos con el cardumen y pescamos con pequeños señuelos y un equipo ligero, podremos disfrutar de su inigualable pelea, espectacular en relación a su discreto tamaño.
• Bonito (Sarda sarda): Es una especie muy abundante en esta zona y, al igual que la caballa y el estornino, no se encuentra siempre presente, entrando en bancos en busca de la abundante minitalla. Se capturan grandes ejemplares de más de 6 kilos a escasos metros del fondo. Muy eficaces los jigs de 25 a 50 gr y los minnows de tamaño medio.
• Melva (Auxis thazard): Especie no muy habitual en esta zona, ausente la mayoría de temporadas, que sin embargo algunos años resulta tremendamente abundante. Emplearemos los mismos señuelos utilizados para el bonito.
• Serviola (Seriola dumerilii): No es abundante aunque tampoco rara. Encontramos pequeños bancos con ejemplares de pequeño y mediano tamaño sobre todo en otoño y, esporádicamente, algún ejemplar entrado en kilos. Resultan muy eficaces para su pesca los pequeños jigs.
• Lampuga (Coryphaena hippurus): Muy común en otoño, es habitual observar las persecuciones a los grandes bancos de agujas, en ocasiones dándose el caso de encontrar cardúmenes dentro del río. Pequeñas hélices, paseantes, poppers y jigs se utilizan con gran éxito con esta especie.


Articulo realizado por  Ramon Queralt




Esta captura fue en el delta del llobregat, en lo que era la antigua Sando